Ya desde el Siglo de Oro se habla de los espárragos de Aranjuez, conocidos con el curioso sobrenombre de "Pericos", se caracterizan por su color verde intenso y su yema terminal cerrada, carnosa y cubierta de pequeñas escamas triangulares.

Su gran frescura, su textura, gran suavidad y sabor persistente hacen de ellos un producto delicioso y que se distingue de los demás. Los suelos de Aranjuez son óptimos para el desarrollo de los espárragos; fértiles, profundos y bien drenados. El cultivo de este producto se realiza de forma tradicional.

A su reconocido prestigio y valor culinario, los espárragos de Aranjuez añaden una serie de valores nutricionales y propiedades de gran interés que hacen conveniente e interesante su presencia en nuestra mesa todas las primaveras.